7 de octubre
Lunes XXVII
Lc 10, 25-37 Anda y haz tú lo mismo
Anda, me dices, no te quedes quieto, muévete para practicar la misericordia con tu prójimo, para compadecerte, vendar las heridas, llevar al necesitado hasta un lugar donde pueda ser atendido, cuidar de él, no desentenderte del prójimo, que es tu propia carne. Es lo que me pides, que como tú sea buen samaritano.
