Cuerpo de Cristo

14 de junio
El Cuerpo y la Sangre de Cristo

Dt 8,2-3.14-16 El te alimentó

Comprendo, mi buen Jesús, que no todo se me debe ir en emociones, pero al leer esta frase, y tomar conciencia que me alimentas con flor de harina y miel silvestre, cada día de mi vida, me he emocionado, como ayer se emocionó un amigo al contarme que durante el confinamiento de la pandemia, mientras participaba en la eucaristía por televisión, ponía pan y vino y sabiendo que no era tu cuerpo y tu sangre, comulgaba contigo. Gracias.