Sáname

18 lunes
Lunes XXIV

Lc 7, 1-10 Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme
Todos los días te digo esta frase en la eucaristía, a veces sin darme cuenta. Hoy te la digo de corazón, consciente: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Sáname porque he pecado contra ti.