Tu ojo

4 de julio
martes XIII

Salmo 25 Tengo ante los ojos tu bondad

Hoy, sorpresa inesperada, me muestras este verso del salmo, en el que hasta ahora no había reparado. Haz que cale en mis entrañas, mientras descanso en ti la vida, y pongo mis fatigas en tus manos, Tengo ante los ojos tu bondad, y tu bondad es la niña de los ojos con que quiero mirar la realidad desde tu misericordia. Que todas mis miradas sean para bendecirte, para alabanza de tu gloria. Cumple tú, Señor, el deseo de mi corazón.