26 de febrero
VIII Domingo
Mt 6, 24-34 No podéis servir a Dios y al dinero
Queda claro, o lo uno o lo otro. Y me llamas a servirte a ti, a ser administrador de tus misterios, en la pobreza de la cruz. Mi vida tan rica, tan relacionada con el dinero…la pregunta continua, ¿cómo te sirvo? Líbrame de la tentación del tener, del aferrar, de la apariencia, del consumo…hazme sobrio, austero, libre para Ti.