Misericordia

21 de octubre
XXIX Domingo

Salmo 32 Que tu misericordia venga sobre vosotros como lo esperamos de ti

Solo que queda, Señor, decirte esta frase del salmo. Repetirla como una letanía de confianza, igual que es una letanía incesante mi pecado. Ante tanta fragilidad solo me queda rendirme a la maravilla de tu amor, que me espera, que atiende, me abraza, y siempre, siempre, está dispuesto a perdonarme. Líbrame de mi mismo, Señor, por tu infinita misericordia.

Que así sea

20 de octubre
Sábado XXVIII

Ef 1, 15-23 Recordándoos en mi oración…

…a fin de que el Dios de nuestro señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os de espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros.
Que así sea.

Alabanza de tu gloria

19 de octubre
Viernes XXVIII

Ef 1, 11-14 Seremos alabanza de su gloria

Ser alabanza de tu gloria, glorificados en ti en medio de nuestra vida normal y corriente. Llamados a eso, a manifestar el resplandor de la gloria con la que nos amas y nos introduces en comunión de tu amor trinitario. Lo más sublime en lo más sencillo. Lo más sencillo en lo incomprensible, que se escapa a la mirada de la razón y solo puede ser entendido desde gozo de la luz interior.

Enamorado del mundo

18 de octubre
Jueves XXVIII

II Tim 4, 9-17 Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente.

Enamorado de su aparente brillo, de sus reclamos, del consumo, de la capacidad de recibir información permanente, de la conexión rápida, del encuentro trivial, de la superficialidad, del consumo, del afán de poseer, de ser, de aparentar, de dominar, de no ser a pesar de ser llamado a ser en Ti.

Frutos del Espíritu

17 de octubre
Miércoles XXVIII

Ga 5, 18-25 El fruto del Espíritu es:

Amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Esta es la enumeración que llega hasta cada uno de nosotros hoy. Ponerme ante los frutos del espíritu y pedírtelos. Quizá empezando por el dominio de mí, para que tú me desposes y en ti me desposeas y así tus dones puedan entrar en la desposesión de mi vacío.

En libertad

16 de octubre
Martes XXVIII

Ga 5, 1-6 Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado

La verdadera libertad, la libertad de ser tu hijo, la libertad que me hace menos mío y más ser en ti, la libertad del que nada teme, del que todo lo espera, del que confía plenamente, del que desea no desear sabiendo que tú sacias todo deseo inconmensurablemente, la libertad que nunca puede ser presa aunque esté aprisionada, la libertad tan desconocida, tan vilipendiada, tan al alcance de la mano en Ti.

Santa Teresa de Jesús

15 de octubre
Santa Teresa de Jesús

Eclesiástico 15, 1-5 Alcanzará sabiduría

La sabiduría que produce de ti; la paciencia que todo lo alcanza, pues es don tuyo, y tú solo bastas; la vida sin vivir en mí al vivir en ti y morir de amor, atravesado por la flecha de la luz en el vacío; el corazón libre en tu divina prisión, puesto en vuestra palma, junto con mi cuerpo, mi vida, mi alma. Dulce esposo y redención, pues por vuestro me ofrecí, ¿qué mandáis hacer de mí?

Viva y eficaz

14 de octubre
XXVIII Domingo

He 4, 12-13 La Palabra de Dio es viva y eficaz

Tu palabra es eterna y eficaz, más dulce que un panal, más preciosa que el oro fino, la paladeo, la rumio, me alimenta, me nutre aunque yo no sepa como. Tu Palabra se pronuncia sobre mí, me acaricia, me enternece, me abraza, me estrecha, me duele, me sana, me salva. Tú Palabra; Señor, que cada día llega como el sol, me ilumina, me vivifica, me hace más tuyo.

Revestidos

13 de octubre
Sábado XXVI

Ga 3, 22-29 Os habéis revestido de Cristo

Vestidos de tu hermosura de hijo, de la belleza de tu ser, de la bondad de tu corazón misericordioso, de la verdad de tu ser Palabra única pronunciada por el Padre para la salvación de todos los que se acercan a ti. Revestidos de ti en nuestra desnudez, devueltos a la dignidad de hijos para que no vivamos ya para nosotros mismos sino para Ti, que por la sangre de tu cruz nos has vestido con la túnica transfigurada de tu amor.

Virgen del Pilar

12 de octubre
Nuestra señora del Pilar

Salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación

Recitar este salmo, Señor, con María, desde ella. Tú eres la luz que ella alumbró, tú eres la salvación que habitó en sus entrañas y nos fue regalada desde su vientre. Tú eres la defensa de nuestra vida, tú nos sostienes con el ejemplo de su Padre, con el pilar de su fe. Una cosa te pido en este día, Señor, unido a María: gozar de tu dulzura, mecerme en tu amor.