Jn 13, 36-38 Te aseguro que no cantará el gallo…
antes de que me hayas negado tres veces. Esto le profetizas a Pedro, Señor, que en su entusiasmo te asegura que dará su vida por ti. Esto sigue sucediendo en mí, que escribo palabras abundantes y generosas cada día con una mano y con la boca y el corazón, donde tú resides, te estoy negando. ¿Qué sería sin tu misericordia y tu mirada de perdón, que alcanza mi pecado ¿ Sálvame, Señor, con tu misericordia dame vida.