En común

30 de Marzo
Domingo II de Pascua

Hechos 2, 42-47 Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común

Uno de los frutos de tu Resurrección, Señor, es que todos somos uno, como tu y el Padre sois uno en la Vida, en la Luz, en el amor. Comunidad de creyentes que evitan la dispersión, el ir cada uno por su lado, el no formar un cuerpo en tu cuerpo resucitado. Tú nos unes como comunidad de creyentes que escuchan juntos tu Palabra, que celebran juntos tu eucaristía, que oran, que lo ponen todo en común y lo reparten según la necesidad.  Tú, Jesús resucitado, nos unes. ¿Nosotros nos dejamos unir?