13 de diciembre
Miércoles II de adviento
Is 40,25-31 Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas
echan alas como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan. El alma que anda en amor contigo, y te festeja, ni cansa ni se cansa, ¡Ven señor Jesús!

Me quedo muda Señor ante ti,Solo te pido amor para amarte.Tu eres el sentido de mi vida y mi dueño a quien pertenezco.