14 de octubre
Sábado XXVII
Joel 4, 12-21 Brotará una fuente de la casa del Señor
de nuevo te digo, bendito el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron con leche y miel, de nuevo me dices, bienaventurados los que escuchan la palaba de Dios y la cumplen, tu Palabra, Señor, hecha carne en mi carne.

Retumba todo y nada se oye
¿o nadie lo escucha?
Los oídos sangran
las manos lloran
las piernas se derriten
¿quién lo siente?
Algún día los ojos volverán al cielo y el corazón a la tierra
Jl 4, 12-21 ; Sal 96