En mi debilidad

29 de octubre
Miércoles XXX

Rm 8, 26-30 El espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad

Es verdad. Tú acudes en ayuda de mi debilidad, en mi debilidad tu Espíritu me hace fuerte, me adentra en ti que estás en mí, me sostiene, me pacifica, me llena de vida. Tu espíritu ora en mí, cada día, porque no se pedir lo que me conviene, y tú inspiras mi oración. Gracias, Señor.

en silencio

28 de octubre
San Simón y san Judas

Salmo 18 Sin que resuene su voz

Una manera de proclamar tu buena noticia, Señor, es sin que resuene la voz, de una manera sencilla, silenciosa, tan real como desapercibida. No estamos acostumbrados a ello, Señor, preferimos tantas veces las grandes manifestaciones, los grandes eventos, los grandes números…tu dinámica es otra. Ayúdame a entrar en ella.

Tus maravillas

27 de octubre
Lunes XXX

Lc 13, 10-17 Toda la gente se quedaba admirada de las maravillas que hacía

Me pongo ante ti, Señor, y contemplo todo lo que sigues realizando. Y me maravillo con tus maravillas, tan cotidianas, tan actuales, tan llenas de vida, de bondad, de belleza, de misericordia. Ayúdame a mirarte con los ojos de la fe, para abrirme al don de tu presencia viva, admirable, maravillosa.

Ten misericordia

26 de octubre
Domingo XXX

Lc 18, 9-14 Oh Dios ten misericordia de este pecador

Es lo que soy. Un pecador al amparo de tu misericordia, que cada día se pone en oración, en una oración distraída y silenciosa, llena de deseo de ti. Un pecador que trata de vivir con humildad en tu presencia, sin conseguirlo, y busca rendirse de una vez por todas a la verdad de tu presencia viva y silenciosa en medio de mi historia. De tu historia en mí.

Contradicción

24 de octubre
Viernes XXIX

Rm 7, 18-24 No hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo

Una experiencia universal la que describe Pablo. Solo comprender que estamos dentro de tu misericordia, que nos precede y acompaña, permite vivir con esta incoherencia tan arraigada en el propio ser. En tus manos.

confianza

23 de octubre
Jueves XXIX

Salmo 1 Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Comienza el salterio, esa escuela de oración que nos regalas, ensalzando a la persona que ha puesto la confianza en ti. Confianza que es don tuyo y tarea nuestra. Confianza que es responsabilidad. Confianza, Señor, que haces crecer en mi cada día, al amparo de tu palabra, que llega para sostener mi vida. Gracias.

Tu nombre

22 de octubre
Miércoles XXIX

Salmo 123 Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Tu nombre, Señor, del que viene la salvación. “Señor Jesús, hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador”. Y con esta oración tú auxilias, proteges, renuevas, recreas mi vida, porque me haces respirar al ritmo de tu nombre, y tu presencia salvadora, misericordiosa, toma posesión de mí. Gracias, Señor.

Lámparas encendidas

21 de octubre
Martes XXIX

Lc 12, 35-38 Tened encendidas vuestras lámparas

Eso es lo que te pido, Señor. Se tú la luz que encienda mi lámpara, para que todo el mundo vea las obras buenas que haces en mi, y así te bendigan, alaben, y den gloria. Hazme luz tuya, para alumbrar desde la Iglesia, luz de las gentes.

tesoros

20 de octubre
Lunes XXIX

Lc 12, 13-21 El que atesora para sí y no es rico ante Dios

Lo repites por activa y por pasiva, pero somos duros de entendederas. No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma se los comen. Dad y se os dará. Deja, Señor, que tu palabra socave mi vida y me haga más tuyo y menos mío.