18 de diciembre
Feria de adviento
Mt 1, 18-24 María, su madre
Nuestra madre. Santa maría, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Comentarios diarios a la Palabra de Dios, que ayuden a rumiarla y encarnarla
17 de diciembre
Feria de adviento
Mt 1, 1 Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Tu vida entroncada en la historia de la humanidad. Nombres de hombres y mujeres que te hacen historia y carne. Que llega hasta nosotros. Tu genealogía y la genealogía de cada uno de nosotros en la fe. Desde que se inició en ti. Gracias, Señor, por haberte hecho carne en la carne de María, encarnado en nuestra carne.
16 de diciembre
Lunes III de adviento
Salo 24 Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. Y sé que lo haces, Señor, y que gracias a eso me haces vega dilatada, jardín junto al río, cedro junto a la corriente. Gracias, Señor, porque eres manantial de vida, manantial de misericordia, de ternura y de bondad.
15 de diciembre
III domingo de Adviento
Sofonías 3, 14-18 Te renueva con su amor
Si ayer te pedía renovación, hoy tu Palabra me garantiza que me renuevas con tu amor, mi amado. Es verdad. Y ello es lo que me llena de alegría silenciosa, y gozosa. Ello es mi fortaleza y mi ayuda. Por ello me regocijo con mi ser, que espero que sea cada vez más tuyo. Me alegro porque estás cerca. Me alegro en esta tercera semana de adviento. Haz que toda mi alegría se pose, se repose, en ti.
13 de diciembre
Viernes II de adviento
Mt 11, 16-19 ¿A quién compararé esta generación? Se asemeja a unos niños que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado”
Señor, quiero ser un niño, un niño que baila cuando se toca la flauta, un niño que se mueve al ritmo de tu evangelio, un niño que juega sin saber que juega, que baila sin saber que baila, que llora sin saber que llora, que vive tu propia vida, llena de ternura, cercanía y compasión hacia los que sufren.
12 de diciembre
Jueves II de adviento
Salmo 144 El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas.
Señor, que mi vida de testimonio de tu bondad, de tu ternura, de tu ser cariñoso con todas, con todos, sin excluir a nadie, por ningún motivo. Señor, hazme instrumento de tu ser bueno y misericordioso, especialmente entre los que no saben que lo eres.
11 de diciembre
Miércoles II de adviento
Is 40. 25-31 los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan
Espero en ti. Renuevas mis fuerzas cada día, en mi debilidad. Tengo alas invisibles para volar como un águila, abarcando los inmensos horizontes de tu amor. Corro lo que no he corrido en mi vida, y no me fatigo, y si se me sale el corazón por la boca es por saberme vestido con traje de bodas, listo para la unión, cunado tú quieras, como tú quieras… y camino siguiéndote, porque me has llamado y me mantienes para ti.
10 de diciembre
Martes II de adviento
Is 40, 1-11 Consolad, consolad a mi pueblo
Consolad al mi pueblo, en medio del barro, de la guerra, del hambre, de las incertidumbres de todo tipo, políticas, sociales, de los abusos, de las crisis económicas, del hambre, de la violencia, de la corrupción, del sinsentido de tantos…consolad a mi pueblo, soy el buen pastor y vengo a dar consuelo, fortaleza y vida verdadera. Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega.