Olvidadizo

3 de abril
Jueves IV de cuaresma

Salmo 105 Se olvidaron de Dios, su salvador

Si me olvido de ti que se me paralice la mano derecha, que se me pegue la lengua al paladar. Si me olvido de ti, Señor, ¿qué será de mí? Si me olvido de ti, Señor, ni me daré cuenta…y tú seguirás conmigo, acompáñándome, compartiendo mi vida, aunque no me de cuenta, esperando a que vuelva contigo.

Desamparados

2 de abril
Miércoles IV de cuaresma

Is 49, 8-15 El Señor se compadece de los desamparados

Pongo delante de ti, Señor, a todos los desamparados, a los marginados, a los descartados, a todos los que sufren el abandono de la sociedad, a los que no cuentan, a los que nos resultan indiferentes en su dolor, a los que viven en las calles, a los que están enfermos en soledad, a los presos, a lo inmigrantes sin papeles, a los menores que despreciamos….a tantos hijos tuyos, en los que no sabemos encontrarte.

Refugio y defensor

1 de abril
Martes IV de cuaresma

Salmo 45 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro.

En estos tiempos sombríos, con el mundo manga por hombro, con el clima revuelto, con tanta mentira y tanta falsedad disfrazada de verdad, con la polarización existente, es bueno repetir este salmo, poniendo la confianza en el Seño: por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar.

Signos y prodigios

31 de marzo

Lunes IV de cuaresma

Jn 4, 43-54 Si no veis signos y prodigios, no creéis

Tú eres el signo:  tú mismo, tu cruz. Es el signo que nos has dado para la salvación del mundo. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.

Hijo pródigo

30 de marzo

Domingo IV de cuaresma

Lc 15, 11-32 su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.

Así tú, Señor, oteando el horizonte para vislumbrarme, tus entrañas de misericordia conmovidas al verme, corriendo para encontrarme, colgado de mi cuello, cubriéndome de besos. Tu vida volcada en mí. Haga lo que haga, viva como viva, dilapide tu fortuna y tu gracia como la dilapide. Siempre atento al perdón y a la misericordia.

oración de corazón

29 de marzo
Sábado III de cuaresma

Lc 18, 9-14 “¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”.

Así quiero que sea mi oración, Señor. Como la del publicano. Sé que antes de que llegue la palabra a mi boca, tú, Señor, te la sabes toda.

Amarás

28 de marzo

Viernes III de cuaresma

Mc 12, 28-34 “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Ahí está todo. Llena mi corazón de amor hacia ti. Que te ame con tu propio amor. Y amándote sobre todas las cosas, viva siempre amando al prójimo, especialmente al más pobre y necesitado que encuentre.

Contigo

27 de marzo

Jueves III de cuaresma

Lc 11.14-23 El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama

Estar contigo. Recoger contigo. Nunca contra ti. Nunca desparramando las bendiciones que tú me das. Solo puedo estar contigo, porque tú siempre estás conmigo. Solo puedo abrir las manos para acoger tu don. Solo puedo ofrecerme y ponerme en tus manos. Sea lo que sea, te doy las gracias.

Narrarte

26 de marzo
Miércoles III de cuaresma

Dt 1, 5-9 guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos.

Lo que han visto mis ojos, lo que atesoro en mi corazón, tu presencia y tu salvación en mi vida, mi historia en tus manos, año tras año…No tengo hijos ni nietos, pero lo cuento entre otros lugares con esta oración diaria, que comparto con vosotros. Comparto mi vida. Para gloria de Dios. Rezad por mi.