13 de octubre
Martes XXVIII
Rm 1, 16-25 El evangelio, fuerza de salvación de Dios para el que cree
Todos los días tengo la oportunidad de leer tu evangelio, Señor, la buena noticia de la salvación que nos ofreces, que ilumina nuestra vida, que la contrasta, que la interpela, que la fortalece. Tu evangelio, tu palabra misma, pronunciada desde siempre para mí, hoy. Tu evangelio, que alimenta mi fe.
Tu evangelio que alimenta mi fe.
Tu evangelio, la Buena Noticia, la Palabra que necesito para alimentarme y seguir caminando. La Palabra que da fuerza, que levanta, que empuja. La Palabra que recibo cada día y que hago actual porque está escrita y dicha directamente para mí. La Palabra que me llega en el momento que necesito y me reconforta.
Tu evangelio que me alimenta y alienta en el camino.