11 de diciembre
Miércoles II de adviento
Is 40. 25-31 los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan
Espero en ti. Renuevas mis fuerzas cada día, en mi debilidad. Tengo alas invisibles para volar como un águila, abarcando los inmensos horizontes de tu amor. Corro lo que no he corrido en mi vida, y no me fatigo, y si se me sale el corazón por la boca es por saberme vestido con traje de bodas, listo para la unión, cunado tú quieras, como tú quieras… y camino siguiéndote, porque me has llamado y me mantienes para ti.
