8 de enero
El Bautismo de Jesús
Is 42, 1-4.6-7 Mirad a mi siervo
Termina este tiempo de Navidad con una llamada a mirarte: lo hemos hecho en Belén, como los pastores; lo hemos hecho admirándote, como los Magos, el día de tu manifestación gloriosa, llena de luz, al mundo entero; lo hacemos hoy, el día de tu Bautismo, en el que nos hemos incorporado al amor del Padre, amados en ti, Hijos amados. Gracias, Señor.

Señor, siendo Dios, te hiciste uno de nosotros e incluso pasaste a ser purificado.
Gracias Jesús, nos diste una de las mayores lecciones de humildad.
¡¡Nunca olvidaré el día, en que renové mi promesa bautismal en el Jordán!!
Escucho tu voz potente, atronadora sacudiendo todo mi ser, encendiendo una hoguera que respira a través de tu aliento y que sólo encuentra sosiego cuando dejas caer una gota que convierte el fuego en un mar inabarcable.