9 de mayo
Viernes III de pascua
Hechos 9, 1-20 Una luz celestial lo envolvió con su resplandor.
Tu luz admirable, Señor, envolviendo mi vida en lo más sencillo, en lo más cotidiano, en lo que pasa desapercibido. Tú, Señor, lámpara encendida. Tu luz Señor, me hace ver la luz.
Autor: Nano Crespo
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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