30 de octubre
Viernes XXX
Salmo 147 Ha puesto paz en tus fronteras
Tú, Señor, has puesto paz en mis fronteras, bien sabes tú como, aunque yo no lo sepa. No sé bien si has derrotado, una vez más, mi ego, que se debate en fiero combate, en ardua pelea. O si me has sentado a negociar contigo, llevándome por la senda de la conversación quieta y amorosa; o si cansado de mi exterior me has entrado en las profundas cavernas del sentido…la realidad es verdadera: has puesto paz en mis fronteras, y además, me sacias con flor de harina.
¡Ha puesto paz en tus fronteras!
Mi deseo es tenerla plenamente, vivir y transmitirla.
Te suplico Señor, por todos los países donde no hay paz, sino odio y violencia.
Haznos personas de paz.