23 de septiembre
Miércoles XXV
Lc 9, 1-6 Les dio poder y autoridad para currar enfermedades
Acércame con generosidad, sin esperar nada a cambio, al que está solo y desamparado. Al que se sienta explotado y deprimido. Que consuele con el consuelo con que tú me consuelas. Que sea tu presencia viva y vivificante en medio de la enfermedad, del dolor, de la agonía. Nos has dado el poder y la autoridad de confortar y consolar, de curar enfermedades. Haznos ejercerlo en tu nombre.
Soy consciente Señor, que debo acompañar a mis hermanos en el dolor, la soledad. Ellos son tus hijos y nos necesitan, siempre digo que tengo que ser parte de tus Manos para ellos.
Cuento con tu gracia.
Me quedo en tu corazón
es inexplicable la risa
inaudita la espera