22 de septiembre
Lunes XXV
Lc 8, 16-18 Nadie que ha encendido una lámpara…
Me gusta pensar, Señor, que tú enciendes mi lámpara, que es tu luz la que me alumbra, y me hace iluminar cuando pongo la lámpara encendida en medio de la plaza. Que sea tu luz, y no nuestros destellos, la que ponga luz en nuestro mundo.
Autor: Nano Crespo
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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