16 de marzo
II domingo de cuaresma
Gn 15, 5-12
Abrán en el abismo de la propia oscuridad. Como tantos hombres y mujeres de nuestro mundo, enfrentados a los cuatro jinetes del apocalipsis: el sinsentido de un mundo que se deshace, la guerra, el hambre, la polarización. Y tú en el caballo blanco, transfigurado, lleno de luz, ofrecido: mi luz y mi salvación, la defensa de mi vida. Tu rostro buscaré, señor, no me escondas tu rostro.
