31 de diciembre
Martes de la octava de Navidad
I Jn 2, 18-21 Hijos míos, es la última hora.
Gracias Señor, por el tiempo. Por tu presencia en mi historia de salvación, cada día, encarnada, abriéndome a la posibilidad de abrirme a ti en los acontecimientos cotidianos. Gracias por llenar de sentido mi existencia. Gracias por este año que hoy termina, porque todo lo he recibido de ti.
Autor: Nano Crespo
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano Crespo