23 de mayo
Jesucristo Sumo y Eterno sacerdote
Jr 31, 31-34 Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones
Tu palabra nos muestra en esta fiesta de tu sumo y eterno sacerdocio, cuanta palabra rimbombante, que lo esencial es lo interior, donde está tu ley inscrita en nuestros corazones, y que ya no tendremos que enseñarnos unos a otros, pues todos te conoceremos. Bienvenido el maestro interior que alimenta tu espíritu en nuestros corazones. Bienvenida la comunidad que se reúne en torno a ti.