12 de mayo
Domingo VII Pascua
Ef 1, 17-23 Ilumine los ojos de vuestro corazón
Es lo que te pido, no mirando al cielo, por donde has ascendido, sino contemplando la realidad, y en ella comprenda cuál es la esperanza a la que me llamas. Se que la esperanza no defrauda. Se la riqueza de gloria que me prometes en herencia, se de tu amor que es más fuerte que la muerte. En ti, Señor, todas las cosas, del cielo y de la tierra.