22 de marzo
Miércoles IV de cuaresma
Is 49, 8-15 ¿puede una madre olvidar al hijo que amamanta?
¿Puede una madre no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré. Y con esta confianza, Señor, vivo ante ti, sabiendo que tu misericordia y tu ternura son infinitas, que tú nunca abandonas la obra de tus manos. Y en ellas estoy.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Disculpa. Falta un NO que es fundamental para entender la memoria obstinada del AMOR.