25 de diciembre
Natividad de Nuestro Señor Jesucristo
Jn 1, 1-18 Y la Palabra se hizo carne
En el cielo la algarabía de los ángeles
las chirimías de los pastores en la tierra
mientras busco el silencio para adorarte
el mejor regalo
adorarte y mirarte asombrado
con tu misma mirada que me mira
mirándome me veo en ti
en la carne nacida de tu amor
en tu carne desnuda despojada
carne callada carne abajada
carne humana de tu ser Dios
me acerco a ti
a la carne de la humanidad
vulnerada silenciosa descartada
y no acierto a comprender tu misterio encarnado
aunque sé que estás
me aprendes un nuevo lenguaje
para amarte en la fragilidad herida
sin palabras sin decires
un no saber que queda balbuciendo
tartamudo de ternura tierna
y así, este año, en Belén
quedo en silencio ante tu Palabra
hecha carne
para acariciarte
para ungirte con óleo de ternura
para adorarte
sin palabras.