16 de marzo
Lunes III
Salmo 41 Mi alma tiene sed del Dios vivo
La sed, mi ser de ti, mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Así voy, como el cervatillo que busca corrientes de agua en ti. Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me alejen de las tinieblas, del poder de la mentira. Señor, dame de tu agua.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM