14 de diciembre
San Juan de la Cruz
Is 48,17-19 Yo el Señor te instruyo por tu bien
A tu sabor reposo. Me entras donde no supe, y me dejas no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. Aturdido y pleno. Reseco y bendecido. Herido en la flor. El rostro reclinado, sobre los dulces brazos del amado. Diréis que me he perdido, que andando enamorado, me hice perdidizo y fui ganado. ¡Apártalos, Amado, que voy de vuelo!
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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