4 de diciembre
Jueves I de adviento
Is 26, 1-6 Confiad en el Señor, porque el Señor es la roca perpetua
Confiad siempre en Dios, confiad siempre en Dios, es el camino recto, la roca perpetua sobre la que se asienta el mundo, el baluarte donde me salvo. Ayúdame, Señor, a confiar solo en ti, y vivir desde la confianza más radical. En tus manos.
