21 de junio
Sábado XI
II Cor 12, 1-10 sólo me gloriaré de mis debilidades.
No termino de creerme, de verdad, con la práctica de la vida, que cuando soy débil en ti, entonces soy fuerte. Y que la cruz es el camino para el cielo. Por eso te pido, Señor, me enseñes sabrosamente tu sabiduría escondida a los ojos de nuestro mundo. NI tan siquiera gloriarme, como los lirios del campo, que no saben ni que son.