5 de abril
Sábado IV de cuaresma
Jn 7, 40-53 Jamás ha hablado nadie como ese hombre
Dime una palabra, Señor. Ayúdame a acoger tu palabra, a meditar tu palabra, a encarnar tu palabra, a que tu palabra sea luz y guía de mi vida, a dejarme conformar por ella, a guardarla en mi corazón, para ser cada día más como tú, con mis palabras y mis hechos. Ponme junto a tu palabra, y sigue dándome la vida.