Signos y prodigios

31 de marzo

Lunes IV de cuaresma

Jn 4, 43-54 Si no veis signos y prodigios, no creéis

Tú eres el signo:  tú mismo, tu cruz. Es el signo que nos has dado para la salvación del mundo. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.