17 de septiembre
Martes XXIV
I Cor 12, 12-14.27-31 Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro
Cuerpo tuyo, Señor, en una comunidad de creyentes, en tu Iglesia. Cuerpo diverso, y en la diversidad enriquecido. Cuerpo en ti, Señor, pues en ti somos, nos movemos y existimos. Cuerpo llamado a ser luz del mundo y sal de la tierra, cuerpo testigo, cuerpo vivo, cuerpo que respira la caridad, que se acerca especialmente a los descartados de nuestro mundo. Nosotros somos tu cuerpo tu cuerpo, Señor, y te hacemos presentes en medio de nuestro mundo.