15 de junio
Sábado X
II Cor 5, 14-21 Nos apremia el amor de Cristo
Soy criatura nueva en el seno de tu amor, que me empuja, me recrea, me lleva a proclamar tu misericordia. Me llamas por tu gracia, me unes a tu sal y tu luz, soy cangilón de tus ánimos y de tu presencia en medio de nuestro mundo, que se llena de tu gracia recién amanecida. Me das la vida, me haces ofrenda de reconciliación, frágil vasija de barro que contiene el aceite sagrado con el que unges el universo. En el misterio, tu gracia.
Me trastorna la urgencia
de respirar tu amor.
Embebida estoy
Has hecho un cielo para mí
que soy brizna pasajera
y un mar donde mirarme
a pesar de que pronto me llevará el tiempo
Cada día renuevas el escenario
sin importarte si lo veo o no lo veo
y cada mañana pones un nuevo empeño
en que vea como tu mano dibuja el universo
Si nada veo nada te importa
y aunque nada entiendo
todo lo muestras
porque solo tú cuentas