5 de abril
Viernes de la octava de pascua
Jn 21, 1-14 Simón Pedro, que estaba desnudo
Después de tanto vivido durante la pasión, las negaciones, las lágrimas, el dolor inmenso de la traición, Simón Pedro está desnudo. Así se muestra. Sin nada, despojado, tal y como es, sin apariencia de nada, sin engaño. Ha oído que eres tú, y se echa al agua, para encontrarse contigo, para amarte, para adorate.