17 de abril
Miércoles III de pascua
Jn 6, 35-40 esta es la voluntad de mi Padre: que no se pierda nada de lo que me dio
Que no se pierda nada. Que no se pierda nadie. Todos, todas, todes, incluidos en el gran abrazo de amor que nos diste en la cruz, para salvarnos, para reconciliarnos contigo. Ayúdame, Señor, a trabajar por la inclusión, en diálogo con la realidad, con la cultura de nuestro tiempo, y no encerrado en los límites de mi propia concepción del mundo. Todo en todos, en ti.