Desnudo

9 de abril
Viernes octava de pascua

Lc 21, 1-14 Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua

Eres tú, Señor, el que me visitas en mi desnudez, en mi fragilidad, en mi vulnerabilidad cotidiana. El que te encuentras conmigo en el quehacer diario y me invitas a almorzar. Se que eres tú. Y te sigues apareciendo, aunque ya no estás.