4 de diciembre
Martes I de adviento
Isa 11, 1-10 Sobre él se posará el espíritu del Señor
Tu Espíritu, Señor, que viene y aletea. Llega y anima. Entra y consolida. Penetra y nutre. Tu Espíritu que nos es ofrecido cada día, pues cada día estás viniendo a mí como prudencia y sabiduría, consejo y valentía, ciencia y amor. Tu Espíritu que me ciñe en justicia y lealtad. Tú Espíritu que me urge a dar tu buena noticia, a ofrecer tu año de Gracia y Salvación a los pobres y abatidos de nuestro mundo. Tu Espíritu que hace nido en mí. ¡Ven. Señor Jesús!
Me dejo mecer por e soplo del espíritu,
soy fortalecida,
soy refrescada.
Tú espíritu Señor me transforma, me ayuda a comprender muchas cosas de la vida.
Me enseña, alienta.
Te pido Señor, me des la gracias de ser digna de que Él habite en mi corazón.
Te oigo, pero mis ojos no están preparados para verte