3 de enero
Tiempo de Navidad
Jn 1, 29-34 Y yo lo he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Que te vea, Señor. Continúo con la oración de ayer pidiendo que abras mis ojos a tu presencia que alienta, que infunde vida que manifiesta sin reserva tu ser salvación para cada uno de nosotros. Que te vea, Señor, en lo escondido de mi corazón y en los acontecimientos de cada día. Dame, Señor, una mirada de fe para poder dar testimonio de ti, de que eres el Hijo de Dios que ha venido para darnos vida, y vida abundante.
Dos días orando con el Evangelio de San Juan. Dos días para pedir al Señor que me dé los ojos de Juan para verle y sentirle en medio de nosotros, para conocerle en el que está a nuestro lado, en un niño, en un anciano, en el que sufre, en el enfermo, en el que está solo, en una sonrisa amiga, en una mano tendida…
Dos días para pedir al Señor que me dé la boca de Juan para dar testimonio de Él, para decir a todos que yo tampoco le conocía pero que está a mi lado y le he visto. «Éste es el Hijo de Dios».