1 de enero de 2008
María Madre de Dios
Lc2, 16-21 María conservaba todas estas cosas en su corazón
Conservaría todos los misterios relacionados con el nacimiento de Jesús, que seguimos celebrando. Conservaría las palabras de amor que Dios pronunció sobre ella, palabras de bendición, y que nos llegan también a nosotros, dichas por Jesús, desde el regazo de María, al principio de este año, cuando vamos a adorarle: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz” Y se que haces realidad esto en mi vida. Gracias.
La Madre de Dios, nos enseña con su Amor
Adorar a su Hijo, nuestro Señor.
Todo lo meditaba y lo guardaba en su corazón.
Como prenda bendita, se extasiaba en contemplación.
Cuando en arrullos, meciendo la prenda divina.
Cuando en suspiros, bebiendo el cáliz de la pasión.
¿Cómo he de hacer María, para imitarte yo?
Hazme ferviente adoradora, Intercede Señora,
Madre de la prenda salvadora, ilumina la hora
Que en vela a tu hijo, mi alma quede sola.
Mercedes Ramos.