San Esteban

26 de diciembre
San Esteban

Salmo 30 A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
A tus manos…en tus manos…es una oración que repito cada día, normalmente con las palabras del beato Carlos de Foucauld: “Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias”. En tus manos de niño que se abre a la vida; en tus manos de crucificado que se abren para abrazar a la humanidad; en tus manos de Padre, que todo lo acarician con tu amor; en las mismas manos que se puso Esteban, el primer mártir, unido en la vida y en la muerte a ti. Porque en tus manos, Señor, abandonado en ti, todo tiene sentido.

Palabra y luz

25 de diciembre
Misa del día

Jn 1, 1-18 La Palabra era la luz verdadera

Tu Palabra, Señor, que nos llega cada día nos llega hoy de una manera especial. En medio de los trajines y afanes de este día de Navidad, en medio de las celebraciones, de las reuniones familiares, ¿qué lugar hemos reservado para tu Palabra, hoy? ¿Ha encontrado sitio en la posada de nuestra vida? Tu Palabra que es luz verdadera, que se ha hecho carne y que ha acampado entre nosotros. Tu palabra, con la que contemplamos tu gloria. Nos has dicho tu Palabra, Señor, y somos salvos.

 

 

Aurora

25 de diciembre
Misa de la aurora

Lc 2, 15-20  Encontraron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre

Concede, Señor, a los que vivimos inmersos en la luz de tu Palabra hecha carne, que resplandezca en nuestras obras la fe que haces brillar en nuestro espíritu. Que te encontremos cada día, pues tú nos buscas y vienes a nosotros.

Tu gloria

25 de diciembre
Misa de Medianoche

Tt 2, 11-14 Ha aparecido la gracia de Dios
Tu gracia y tu bondad. Tu gracia en niño pequeño. Tu gracia en medio de la noche, de las tinieblas, del sin sentido. Tu gracia, Señor, que se manifiesta en Jesús hijo de María, nacido en un portal. ¿Qué pensarían los pastores? ¿Qué sentirían en su corazón cuando un ángel les sobresaltó en la noche y les dijo en mensaje que me sigue conmoviendo cada navidad: os ha nacido un salvador, el Mesías, el Señor?

Víspera

25 de diciembre
Misa vespertina de la Vigilia
Is 62, 1-5 Los pueblos verán tu justicia y los reyes tu gloria

Tu justicia, Señor, que es misericordia. Tu gloria que es cercanía y salvación, increíblemente. Tu poder de transformar nuestra vida y nuestra historia, ofreciéndonos, desde el interior de la humanidad, lo mejor que hay en nosotros: la luz, la fuerza de salvación, la alegría, el gozo…Tu justicia, Señor, que me devuelve al estado en el que me creaste: imagen y semejanza tuya, que me regalas, de nuevo, en Cristo Jesús. Que viene, ¿no lo notáis?

Bendito

24 de diciembre
Feria de Adviento
Lc 1, 67-79 Bendito sea el Señor

Sí, bendito seas, Señor, Dios del universo, creador del cielo y tierra, Señor y dador de vida; bendito seas, Señor, tú , que estás cerca, que te aproximas, que nos visitas y nos redimes, que suscitas en medio de nuestro mundo una fuerza de salvación, que nos llena de misericordia, que eres sol que alumbra e ilumina nuestras tinieblas…Bendito seas, Señor, por Jesús, Dios con nosotros. Bendito seas por todo lo que haces en mi vida y en nuestra historia….bendito seas por….

En sueños

23 de diciembre
IV Domingo de adviento
Mt 1, 18-24 Se le apareció en sueños un ángel

José, en el sueño, entra en la realidad. José es soñado por ti, y tus sueños, Señor, le devuelven la vida que se le escapaba por la herida del dolor, le dan la comprensión de lo que le está sucediendo. Más allá de las razones, de las argumentaciones, de los sentimientos, del yo herido, más allá estás tu mostrando la realidad de la vida, de nuestra vida. Y nos preparas para recibirte si somos capaces de intuir la realidad de la salvación que se nos desvela en el sueño. Tu sueño para la humanidad, que se hace realidad en Jesús.

 

Abenduak 23- Abenduko IV Igandea.

 

Mt. 1,18-24 Jaunaren aingerua agertu zitzaion ametsetan
 

Jose, ametsetan, errealidadera sartzen da. Zuk eragindako ametsak osatzen dute bere zauriaren mina, eta gertakizunen argitasuna. Arrazoiak, argudioak, sentimentuak, baina haruntzago Zu zaude, Jauna, gure bizitzako errealitatea agertzen. Eta Zu onartzera prestatzen gaituzu, salbamen errealitatearen muina somatzen badugu; ametsak dakarkigun errealitatearen muina. Gizarterako zure ametsa, errealitate egiten baita, Jesusengan.

 

La grandeza del Señor

22 de diciembre
Feria de Adviento
Lc 1, 46-56 Proclama mi alma la grandeza del Señor

Pones en mi boca, Señor, las palabras de María y me inspiras con su propio cántico de alabanza. Has hecho maravillas, y están por venir, junto a Jesús, en estas fiestas de Navidad. Proclama mi alma tu grandeza por tu encarnación, porque te has hecho hombre y has compartido con nosotros, conmigo, ahora, en estos días que se acercan, tu divinidad. Te doy gracias, Señor, porque eres grande y me haces grande en mi humillación. Grande porque me salvas en lo pequeño,  Con María proclamo tu grandeza.

Abenduak 22. Abenduko III Larunbata.

 

Lk.1,46-54. Goresten du nire animak Jauna.
 

Nire ezpainetan jartzen dituzu, Jauna, Mariaren hitzak, eta nirea egiten dut haren goresmen kantika. Handiak egin badituzu, handiagoak egingo dituzu, Jesusengan, Eguberri-jaietan. Goresten du nire anima zure handitasuna, gizon egin baitzara, eta gurekin, nirekin, orain, egun hauetan, zure Jainko izatea konpartitzen duzulako. Eskerrak, Jauna, handia baitzara, eta handia egiten nauzu nire txitasunean. Mariarekin goresten dut, zure handitasuna.

¡Levántate!

21 de diciembre
Feria de Adviento
Ct 2, 8-14 ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí!

Allí voy, Señor, hacia ti, amada en el amado transformada. Incorporándome, pues a veces caigo en la desolación del que se encierra en sí mismo, y no se abre a tu misericordia. Dejando que me llames hermosa, aunque bien sepa que solo en tu mirada lo soy. Aguzando el oído para escuchar tu voz, que me llama a compartir contigo el privilegio de tu amor. Déjame escuchar tu voz; mece mi corazón con tu palabra. Recréame en tu amor y hazme gozar de tu dulzura, tan cercana ya de Belén.

 

Dios con nosotros

20 de diciembre
Feria de Adviento

Is 7, 10-14 Le pondrá por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros

Ese es tu nombre,  Señor, Dios con nosotros. El nombre que anunciaron los profetas. El nombre que se hizo hombre en el seno de maría. El nombre que expresa tu ser de Dios, compartiendo nuestra humanidad, caminando entre nosotros, mostrándonos cómo podemos ser nosotros, que nos hemos incorporado a tu nombre. Seres dados, seres que están con, seres desde ti En tu nombre.

Abenduak 20 –Abenduko III osteguna.

 

Is.7,10-14 Emmanuel ipiniko diozu izen, Jainkoa gurekin.
 

Hori da zure izena, Jauna: Jainkoa gurekin. Profetak adierazitakoa. Mariaren erraietan gizon egin zen izena. Zure Jainko izaera adierazten duen izena: gurekin bat egina, gure artean dabilena, gu nolakoak izan behar dugun irakasten diguna; zure izenaren partaide egin gara, Jauna. Zuregandik gure izaera jaso dugu, beste izaki batzuekin gaude, zure izenean gara. Zure antz eta idurikoak