9 de marzo
Viernes II semana
Gn 37…No le quitemos la vida.
No derraméis sangre…¿qué sacamos con matar a nuestro hermano? Esta pregunta, que se hacen los hermanos de José, es la pregunta que sigue resonando en nuestro mundo, que parece responderse de maneras muy diversas: matando a nuestro hermano ganamos esto, y lo otro y lo de más allá. Matando a nuestro hermano reafirmamos nuestro poder, nuestro dominio, aseguramos nuestro espacio, desterramos a quien nos puede hacer sombra….y no solo matamos con una guerra, o con una pistola, sino con nuestra lengua, con nuestra indiferencia… No le quitemos la vida, ¿qué sacamos con matar a nuestro hermano?
Al oír esta lectura del Génesis, me hace ver la bondad de José y la maldad de sus hemanos. Luego me pongo a pensar y veo que yo soy uno de sus hermanos.
¡Cuantas veces matamos a nuestro hermano!. No le damos ni oportunidad para defenderse, no pensamos siquiera que no ganamos nada con matarle, simple y llanamente lo matamos con nuestra boca, con nuestro ánimo, con nuestras obras, lo matamos para quitarle de enmedio y que se nos vea más. Es fácil «matar» si alguien nos estorba, ¿Es más dificil hablar, sonreir, admitir, compartir?.