Comentarios diarios a la Palabra de Dios, que ayuden a rumiarla y encarnarla
24 de mayo
Martes V de pascua
Jn 14, 27-31 Mi paz os dejo, mi paz os doy
Recibo tu paz, Señor, tu paz pascual, tu paz que me llama a ser constructor de paz, tu paz que me invita a poner paz en mi lengua y mi boca, a poner paz en mi mirada, a poner paz en mi tacto, a poner paz en mi pensamiento, a poner paz en mi corazón. En mi corazón, donde estrás tú, manantial de amor que me conduce a la paz.
23 de mayo
Lunes V de pascua
Jn 14, 21-26 Al que me ama lo amará mi padre
El que acepta mis mandamientos y los guarda ese me ama: al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré, y me revelaré a él. Siempre he estado convencido, Señor, de que todo en relación contigo se basa en el amor. Es amor, puro don. ¿Por qué lo hago tan complicado en tantas ocasiones? En cualquier caso, gracias.
22 de mayo
V domingo de Pascua
Jn 14, 1-12 El que cree en mí, también hará las obras que yo hago
Me aseguras esto, Señor, que me deja perplejo. Solo lo puedo entender desde la fe, desde la comunión profunda contigo, desde el estar unido a ti y correr tu misma suerte. Participar de tu vida, participar de tu muerte, participar de tu para haciendo el bien, participar de tu Buena Noticia. En ti. Tú me haces actuación en tu nombre. Perplejo estoy. Y te doy gracias.
21 de mayo
Sábado IV de pascua
Salmo 97 Cantad al Señor un cántico nuevo
…porque ha hecho maravillas. Y tus maravillas las celebro hoy al contemplar, Señor, a María, en este tiempo de Pascua. Tu madre que me llena de alegría y de consuelo; tu madre, modelo de fe; tu madre, abierta a ti; tu madre, acogiendo sin reservas tu voluntad; tu madre, acogiendo sin reservas a los que nos acercamos hasta ella, llena de cordialidad y sencillez, tu madre, la creyente, de la que te recibimos.
20 de mayo
Viernes IV de pascua
Jn 14, 1-6 Yo soy el camino, y la verdad y la vida
Tú eres, Señor, el buen pastor; tú el camino, la verdad, la vida; tú la luz; tú la puerta; tú la vida; tú el pan de vida; tú el amor hecho carne; tú eres la resurrección; tú el tú en el que mi vida se encuentra despojada de su yo. Que tu yo sea mi mí mi propio ser.
19 de mayo
Jueves IV de pascua
Jn 13, 16-20 Yo se bien a quien he elegido
Tú nos llamas para que estemos contigo, para que proclamemos tu evangelio, para que demos vida en tu nombre, para que seamos tu presencia viva en nuestra sociedad, para que pasemos haciendo el bien y liberando a los hombres y mujeres que viven oprimidos por la fuerza del mal. Tú llamas, tú eliges. Hoy, Señor, me piden que rece y ayude a rezar por las vocaciones a la vida laica marianista. Y elevo mi oración para que sigas llamando y eligiendo.
18 de mayo
Miércoles IV de pascua
Jn 12, 44-50 Yo he venido al mundo como luz
Has venido como luz, eres la luz, escuchar tu palabra es quedar iluminado desde lo más profundo del interior con una luz esclarecedora, que nos aleja de las propias tinieblas internas, que disipa las oscuridades. Tú eres la luz, has recibido la luz del Padre, con el que eres uno, y al darnos tu luz nos invitas a participar de esa unión plena. Parece complicado…simplemente, me pongo bajo tu luz.
17 de mayo
Martes IV de pascua
Jn 10, 22-30 Ellas me siguen
Ellas somos nosotros. Si tú eres buen pastor, nosotros somos tus ovejas. Escuchamos tu voz, te conocemos, recibimos de ti la vida eterna, nadie puede arrebatarnos de tu mano, en verdes praderas nos haces recostar, nos conduces hacia fuentes tranquilas, reparas nuestras fuerzas., nada nos falta contigo. Nada nos falta. Así es Señor, buen pastor enamorado.
16 de mayo
Lunes IV de pascua
Jn 10, 11-18 El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Como tú, Señor. Das la vida para que vivamos cada día; me das la vida conociéndome, pronunciando mi nombre, entregando la tuya en mi cuidado. Tú, Señor, abundante, generoso, desbordas mis propias previsiones, me colmas de ternura, me pones en tus hombros, me llevas por tus caminos de vida con una ternura infinita, con una misericordia inabarcable. Gracias, Buen Pastor.
15 de mayo
IV domingo de pascua
Jn10, 1-10 Quien entre por mí se salvará
Tú, Señor, el buen pastor; tú la puerta por la que entramos para en el lugar donde está la vida y el descanso; tú la puerta por la que salimos a los pastos, a las verdes praderas que nos alimentan, tú, Señor, conociéndome por mi nombre, tocándome con tu cayado, que me sosiega. Tú Señor, buen pastor, que conduce y me da la vida, la vida abundante.
