Consolad

10 de diciembre
II domingo de adviento

Is 40, 1-5 Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón

Consolemos con el mismo consuelo con que tú nos consuelas. Consolemos a los más pobres y necesitados, a los marginados, haciendo que su carne sea nuestra carne, que su dolor sea nuestro dolor, que su grito sea nuestro grito….pongamos compasión y misericordia en sus heridas, y no nos cerremos a nuestra propia carne.