Mente embotada

2 de diciembre
Sábado XXXIV

Lc 21, 34-36 Tened cuidado: no se os embote la mente

No se me embote la mente, no me turbe por las visiones de mis propias fantasías. Aunque ya es navidad en los comercios, y las luces están encendidas desde hace una semana, para ocultar la mayor oscuridad, y las tinieblas tan aterradoras de nuestra propia cultura, de nuestra vida, hoy, todavía, no hemos comenzado ni tan siquiera el adviento. Que no se ofusque nuestro corazón, alejados de ti.