Silencio

18 de noviembre
Sábado XXXIII

Sb 18, 14-16 Un silencio sereno lo envolvía todo

Es el silencio para que tu palabra se avalance sobre nosotros y haga fecunda nuestra vida. Para que tu palabra se encarne. Para que tu palabra acabe con toda mi palabrería, y me disponga a escuchar tu voluntad. En tus manos, Señor, para experimentar tu liberación, en el silencio de la tierra, bello hasta cansar mi corazón, Dios mío.