De la luz

19 de noviembre
XXXIII Domingo

I Ts 5, 1-6 porque todos sois hijos de la luz e hijos del día

Somos hijos de la luz porque somos hijos e hijas tuyos, y recibimos de ti la luz de la luz. Tú has puesto en nuestro interior la luz verdadera, que brilla más allá de las tinieblas y las sombras que en tantas ocasiones abrazamos. Es bueno que nos reconozcamos seres luminosos, que participan de tu claridad, del don de tu luz verdadera. Y que hagamos por mantener encendidas las lámparas, la llama que tú nos has brindado.