Turbado

2 de noviembre
Todos los difuntos

Jn 14, 1-6 No se turbe vuestro corazón

La enfermedad, la muerte, la incertidumbre del no saber, de no gestionar el tiempo, ni el modo, ni la manera, el miedo al dolor, al vacío, a la inseguridad, a no estar en lo que uno tiene que estar, o esperan los demás que esté, eso, y más cosas, hace que se turbe el corazón, que en ti busca la paz, la fortaleza, el refugio, la seguridad. Y ante tanta turbación, y desazón, me queda la profesión de fe, tú eres el camino, y la verdad, y la vida de mi vida.