3 de noviembre
Viernes XXX
Lc 14, 1-6 Tocando al enfermo lo curó
Es la fuerza que sale de ti, y que sana. Y es la curación de la enfermedad interior, la curación en lo inexplicable, en el misterio, en el milagro. Es tu mano que transmite la vida. Si tu vida no me das sé que alcanzarla no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni sin tú sin mi te vas. Da de tu vida verdadera a los enfermos.