12 de octubre
Domingo XXVIII
Nuestra Señora del Pilar
Is 25, 6-10 a Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos nos salvara
Siempre que me acerco a tu Madre, Señor, te recibo desde sus entrañas. Su vientre acogió la palabra y el Espíritu, y en su carne te encarnó. Y te dio para la salvación de los hombres y mujeres de cualquier época. Acercarnos a maría es recibir la fortaleza de la fe, la seguridad de la esperanza, la constancia en el amor. Es apoyarnos en un pilar que siempre sostiene y apoya. Celebremos y gocemos con la salvación que nos viene del fruto de su vientre.